Pese a que los padres de los alumnos del colegio 19 de Julio de Bailén (Jaén) anunciaron la pasada semana que no volverían a llevar a sus hijos a clase hasta que el centro les garantizara su seguridad, los cerca de 130 escolares acudieron ayer al centro con normalidad. Las protestas se desencadenaron cuando se conoció que el pasado martes una madre denunció ante la Guardia Civil las lesiones que su hija de ocho años recibió en el cuello y espalda y que, al parecer, habían sido provocadas por un compañero de clase dentro del mismo aula.
Los padres, representados por Alberto López, aseguran que el ambiente de "conflictividad" que vive el centro se debe a la presencia de tres hermanos de 7,8 y 9 años que "han provocado más de un episodio violento en clase".
El pasado viernes se desplazó personal de inspección de la Delegación de Educación, quienes se reunieron con los profesores para conocer de primera mano los hechos. La delegada de Educación, Angustias Rodríguez, declaró que la situación es "muy delicada" porque los menores proceden de un ambiente familiar desestructurado. Educación se ha puesto en contacto con el área de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de la localidad para abordar el problema "de forma conjunta".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de abril de 2005