Efectivamente, en Sant Andreu no podemos quejarnos, tenemos de todo. En la plaza de las Palmeres hay de todo: vandalismo, droga, escándalos, ruidos, lo que quieran; incluso ahora hay okupas. Lo único que nos haría falta, si no es abusar, sería un poco de vigilancia, ¿es posible? Tal vez, un poco de seguridad, ¿es posible? Alguien que patrullara de vez en cuando y no pasara de largo. ¿Es posible que podamos dormir, descansar los fines de semana? O tal vez nos haría falta que alguien de los que mandan en el Ayuntamiento viviera aquí.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de abril de 2005