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El alcalde de Benidorm destituye a los asesores del PSPV

La amenaza se cumplió, y antes de lo previsto. El alcalde de Benidorm, Vicente Pérez Devesa, del PP, destituyó ayer por decreto a los seis asesores del grupo municipal socialista. La medida es fruto de la negativa socialista a aprobar que el nuevo pabellón deportivo municipal llevara el nombre de Eduardo Zaplana, ex alcalde de Benidorm y ex presidente de la Generalitat.

El alcalde responsabilizó ayer al portavoz del PSPV, Agustín Navarro, del cese de los asesores socialistas por "haber incumplido" su "compromiso" de apoyar la propuesta de dar al pabellón de deportes a Zaplana. "Yo he firmado el decreto del cese, pero ha sido el PSPV quien ha incumplido el acuerdo que había", remarcó Pérez Devesa, quien indicó que los concejales de la oposición verán recortadas sus retribuciones por dedicaciones exclusivas e indemnizaciones por asistencia a plenos y comisiones informativas. El viernes en un pleno extraordinario está previsto que también les quite las dedicaciones exclusivas de tres ediles y dos de sus despachos.

La oposición en bloque criticó con dureza la celeridad del alcalde en aplicar el castigo. El portavoz municipal socialista, Agustín Navarro, calificó esta decisión como "el acto más fascista en la democracia de este consistorio". Navarro recriminó al alcalde popular por "dejar a seis familias en la calle por el simple hecho de que el grupo socialista no se ha plegado a sus intereses". A su juicio, Pérez Devesa ha escrito "uno de los capítulos más indecentes que se recuerdan de entre todas sus decisiones controvertidas". Según declaró Navarro, el alcalde "se ha vuelto a poner el frac con el que hace años visitó al generalísimo Franco y, como el más grande de los dictadores, ha jugado con el pan de unas personas que el único pecado que han cometido es ser trabajadores del grupo municipal socialista". Carlos González, coordinador territorial socialista, tildó de "impropia para un demócrata" la actitud del alcalde, y Antonio Amorós dijo que lo ocurrido es "una cacicada" y pidió al alcalde que "rectifique en su afán de adular a Zaplana".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de abril de 2005