El Gobierno de Silvio Berlusconi recibió ayer otro disgusto de Bruselas. Cuando sus cuentas públicas están siendo revisadas por la oficina estadística de la UE (Eurostat) por sospechas de ingeniería contable, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, anunció que en junio presentará un informe sobre Italia como paso previo al procedimiento por déficit excesivo porque, "o bien existe déficit excesivo, o bien existe riesgo claro". Almunia ya calificó la pasada semana de "muy preocupante" la situación italiana.
El Gobierno italiano comunicó a Bruselas que había cerrado el año pasado con un déficit del 3%, pero Eurostat optó por revisar las cuentas italianas porque no le encajaban los datos. Entre otros motivos, porque Italia aseguraba que estaba manteniendo a raya el déficit y, sin embargo, apenas reducía su deuda, la segunda más elevada de la UE (105% del PIB), sólo superada por Grecia.
Almunia ya dijo la semana pasada que desmentiría con hechos a quienes sostienen que el reformado Pacto de Estabilidad supone una amnistía encubierta para los incumplidores. "El nuevo Pacto se aplicará con todas sus exigencias", aseguró. En esa línea, también anunció que, posiblemente, tomará nuevas medidas tras el verano contra Alemania y Francia, ya incursos desde hace dos años en procedimientos sancionadores, porque sus déficit públicos superarán de nuevo el límite del 3% del PIB este año (con dudas en Francia y con seguridad en Alemania) y, sin duda alguna, el que viene.
Aun así, el ministro alemán, Hans Eichel, advirtió ayer que no tomará medidas para reducir déficit que pongan aún más en peligro el exiguo crecimiento alemán (0,8% previsto para este año). "Si se confirma que la economía se deteriora, la política presupuestaria no contribuirá a agravar el problema", señaló.
De los 25 países de la UE, 19 cerraron 2004 con déficit, pero ese desequilibrio superó el 3% del PIB en Alemania, Francia, Grecia (el Ecofin señaló ayer que Atenas ha reaccionado adecuadamente para estar por debajo del 3% el año que viene), Portugal, República Checa, Chipre, Malta, Polonia y Eslovaquia. Sólo cinco países, uno de ellos España, cerrarán este año con superávit.
A la vista de esta situación, Almunia recordó que la Comisión Europea "está totalmente decidida a asegurar la disciplina presupuestaria en la Unión como garantía de una baja inflación y de unos reducidos tipos de interés".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de abril de 2005