Fuerzas especiales de la policía alemana pusieron fin ayer al secuestro de cuatro niñas de entre 11 y 16 años por un hombre armado con dos cuchillos en la localidad de Ennepetal (Renania del Norte-Westfalia), sin que ninguna de las retenidas resultara herida de gravedad.
La liberación de las niñas y la detención del secuestrador transcurrieron con normalidad, según informó la policía. Una de las niñas sufrió un corte superficial. Las víctimas se reunieron inmediatamente con sus familias, mientras que el secuestrador se sometió al interrogatorio policial después de recibir atención médica. El hombre resultó herido en la intervención policial.
El secuestrador, un ciudadano iraní de alrededor de 50 años, se subió a un autobús de la línea 573 en el que 10 alumnos del instituto de Ennepetal regresaban a sus casas después de clase, alrededor de la una de la tarde.
El hombre sacó un cuchillo de cocina y trató de retener a todos los ocupantes del autobús, pero seis escolares y el conductor consiguieron escapar. A continuación, el iraní se atrincheró con las cuatro niñas que quedaban en el sótano de una casa unifamiliar del barrio de Voerde. Consiguió entrar en la casa aprovechando que su dueña abría la puerta en ese momento.
Tras cinco horas de secuestro, la policía asaltó el sótano poco después de las seis de la tarde. Algunos testigos informaron de que el objetivo del hombre era presionar al Gobierno para que le permitiera traer a Alemania a su familia, que permanece en Irán. Sin embargo, la policía no quiso pronunciarse sobre el móvil. El secuestrador, que vive en una casa municipal de acogida para inmigrantes, estaba fichado por las fuerzas del orden.
"Mis hijos están en Irán, quiero que se reúnan conmigo", dijo el hombre en el autobús, según relató a Spiegel Online Renate Schulte, madre de un niño de 16 años que consiguió escapar. "No os quiero hacer daño. Os quiero como a mis propios hijos", añadió el secuestrador, según Schulte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de abril de 2005