Néstor Kirchner y su esposa, con el alcalde de Berlín / AP
Los argentinos no se dejan espiar
El avance tecnológico pone cada vez más cerca el nacimiento del Gran Hermano de Orwell, pero éste, por el momento, no será argentino. La posibilidad de que las autoridades espiaran todas las comunicaciones de cualquier ciudadano realizadas a través del ordenador ha generado tal reacción de protesta en Argentina que el presidente del país, Néstor Kirchner, suspendió ayer el decreto que lo autorizaba y que debía entrar en vigor en julio.