Los homicidios aumentaron un 27,5% en 2004 la provincia de Valencia, según se desprende de la memoria del Instituto de Medicina Legal (IML). De los 29 registrados en 2003, se pasó a 37 el pasado año. En 14 de los casos, la muerte sobrevino por arma de fuego; en once por arma blanca; en siete por contusión; tres por quemaduras y dos por estrangulamientos. Este epígrafe es el único que sube en la categoría de muertes violentas, cuyo conjunto desciende, pasando de 835 en 2003 a 814 el 2004. Así lo constataron ayer el consejero de Justicia, Miguel Peralta, y el director del Instituto, Matías Vicente, en la presentación del balance anual.
La memoria incluye la práctica en el área de psiquiatría pericial en casos de moobing y bulling, así como del "síndrome del cuidador" o sobre el estado mental y de personalidad frente a la posibilidad de una denuncia falsa de maltrato psicológico. Vicente, sin embargo, no pudo precisar el número de expedientes por cada de estas causas.
El IML realizó 1.523 autopsias en 2004, algo menos que en 2003, en el que se practicaron 1.583. El número de personas fallecidas por muerte natural experimentó asimismo un ligero descenso con respecto a 2003 al pasar de 748 a 709 casos.
Otro de los datos que destaca la memoria del IML -que depende de la Consejería de Justicia- repasa las 150 autopsias en supuestos de mala praxis; muertes súbitas en edad pediátrica y adultos jóvenes; diagnóstico diferencial de muertes violentas de las naturales y para establecer la fecha de la muerte y la vitalidad de las lesiones. Durante el pasado año se estudiaron un total de 16 casos de denuncias por posibles supuestos de mala praxis, la mayoría de ellas correspondientes con muertes intraoperatorias o en el postoperatorio inmediato y, en menor proporción, con fallecimientos súbitos durante ingresos hospitalarios o en servicios de urgencias, así como muertes perinatales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de abril de 2005