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Crítica:CUMBRE FLAMENCA DE MURCIA

En estado de gracia

Bailó María Pagés. Bailó una mujer en plenitud, densa de ideas, en una obra redonda. En Canciones, antes de una guerra baraja temas de los más diversos, desde la copla española hasta John Lennon. Y el flamenco. Todo lo hace bien. Su compañía es una máquina que se mueve con un rigor y una puntualidad extremos en cada momento. Y el flujo de ideas es constante, hay un ritmo que no descansa, que no deja un solo tiempo muerto.

Naturalmente, en ese repertorio hay verdaderas joyas. La Nana de la cebolla, de Miguel Hernández, en la versión de Joan Manuel Serrat, es una auténtica maravilla que baila sola María Pagés, en estado de gracia, con un temple y una exquisita dulzura.

Las piezas que canta Tsidii Le Loka, de facultades de voz portentosas, son realmente aldabonazos que conmueven a todas las sensibilidades. El grupo de baile -cinco bailarinas y cinco bailarines-, que trabaja mucho, borda a la perfección todas sus intervenciones.

Canciones, antes de una guerra

Baile: María Pagés y grupo. Cante: Ana Ramón, Bolita, Tsidii Le Loka. Guitarras: José Antonio Carrillo e Isaac Muñoz. Percusión: Chema Uriarte. XII Cumbre Flamenca de la Comunidad Autónoma de Murcia. Teatro Romea. Murcia, 12 de abril.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de abril de 2005