Los trabajos de la ponencia desarrollados en el Parlamento navarro durante los últimos 18 meses, en los que han participado 27 colectivos sociales y educativos, finalizaron ayer con un sonoro fracaso. Los parlamentarios no lograron aprobar un dictamen que sólo sugería extender la denominada zona mixta a determinados municipios cercanos a Pamplona, en los que la demanda de educación en el modelo D, íntegramente en euskera, es muy fuerte y no puede ser atendida legalmente.
El dictamen de la ponencia fue elaborado por el parlamentario del PSN Carlos Cristóbal y sugería, sin concretar, la conveniencia de extender los derechos de la zona mixta a estudiar en lengua vasca y dirigirse en esta lengua a las administraciones a las localidades del cinturón sur de Pamplona. Sin embargo, UPN, EA y PNV votaron en contra, Aralar se ausentó de la votación e IU se abstuvo. Sólo los socialistas y CDN lo apoyaron.
Después, los reproches fueron mutuos. Aralar perdió la votación previa en la que pidió la disolución de una ponencia que a su juicio plantea derechos por debajo de los reconocidos inicialmente en la propia ley, que relegó la plena cooficialidad del euskera a la zona vascófona del norte. EA y PNV rechazaron el dictamen al defender el derecho de todos los ciudadanos de la comunidad foral a aprender y usar el euskera al margen de las zonas en las que vivan y UPN, según indicó Begoña Sanzberro, decidió votar en contra al constatar que el rechazo nacionalista iba a impedir un consenso amplio.
La Fundación Euskara Kultur mostró ayer su decepción por la ausencia de acuerdo y criticó "el divorcio" entre la sociedad y los políticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de abril de 2005