El Tribunal Supremo ha ilegalizado -y el Constitucional ha confirmado-, finalmente, las listas de Aukera Guzriak -estos vascos, qué obsesión de escribir en vasco-. Y, seguramente, el Tribunal Supremo -y el Constitucional-, han hecho muy bien. Porque si, en la tal lista electoral, aparecen nombres atados a Batasuna y a los asesinos de ETA, no se merecen participar en el juego democrático de partidos.
Lo que no se entiende muy bien, por parte de la ciudadanía, es por qué el Tribunal Supremo no ha ilegalizado -ahora y antes- las listas del PP, con un eterno candidato -el señor Fraga que, además, es presidente "honorario" del partido-, cómplice de la dictadura de Franco. Porque todavía es la hora de que el señor Fraga y su partido -el PP- condenen públicamente los asesinatos y todas las atrocidades del franquismo, mientras se sienten heridos por la reciente retirada de la estatua de su "valedor".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de abril de 2005