Los Gobiernos de España y Francia han sido invitados a sumarse a un plan de cooperación antiterrorista, contra la delincuencia organizada y la inmigración irregular que están elaborando Bélgica, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos y Austria. El titular español de Interior, José Antonio Alonso, mostró su disposición a sumarse al grupo reforzado de apoyo antiterrorista, como también lo hizo Francia. Esos cinco países firmaron en mayo de 2004, a propuesta de Bélgica, una declaración para avanzar en el llamado "Convenio Schengen III". La no adhesión de España llevó al Partido Popular a acusar al Gobierno de "sacar a España de la lucha antiterrorista y situarla a la cola", pese a que el asunto venía gestándose desde febrero de 2003, cuando Ángel Acebes (PP) era ministro del Interior.
La invitación fue planteada ayer en Luxemburgo durante la reunión del Consejo de Ministros de Justicia e Interior (JAI), en el que se propuso elevar a 9.400 millones de euros el presupuesto destinado a seguridad por la UE para el periodo 2007-2013. El acuerdo, que aún no pasa de ser una declaración política, prevé el apoyo mutuo en materias muy concretas con vistas a su extensión final a todos los Estados miembros.
Policías en aviones
Las principales previsiones del proyecto de convenio se refieren a la comparación de muestras de ADN; intercambio de datos relativos a huellas dactilares; suministro de información sobre grandes acontecimientos; reforzar la lucha contra el terrorismo mediante investigaciones sobre supuestos terroristas; presencia de guardias armados en los vuelos para garantizar la seguridad de los pasajeros; acordar expulsiones conjuntas, patrullajes en las zonas fronterizas comunes, e intercambiar datos de carácter personal.
La firma del acuerdo entre los primeros cinco países, en mayo de 2004, llevó al líder del PP, Mariano Rajoy, a preguntarle en el Congreso al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante una sesión de control del mes de junio, por qué España no se había sumado al mismo. Zapatero replicó que para responder a esa pregunta lo mejor que podía hacer Rajoy era preguntarle a su compañero de escaño, Ángel Acebes, por qué el Gobierno del PP no participó "durante 14 meses en la gestación del acuerdo". Para cerrar la réplica, el presidente dijo que durante el traspaso de poderes Acebes "no mencionó en ningún momento esta iniciativa", porque, añadió, "no lo sabía, o lo sabía y lo ocultó".
La cuestión provocó luego un duro rifirrafe público entre Acebes y Alonso, en el que el primero dijo que sí había informado al segundo. Luego admitió que aunque España no estuvo en la negociación sí hizo "un seguimiento" de ella. Alonso le contestó: "Empeño mi palabra en que no me lo dijo; nadie me dijo que estaba constituido ese grupo de trabajo y si España no estaba en ese grupo difícilmente me podía informar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de abril de 2005