La importancia de la relación transatlántica y el interés de España por reforzarla, sobre la base del diálogo y el respeto mutuo, ha absorbido también muchos de los esfuerzos desplegados en Washington por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que ha analizado los problemas registrados en los últimos años y ha tendido a mostrarse comprensivo con las dificultades que encuentran los americanos para entender los puntos de vista europeos. En sus entrevistas con parlamentarios, el ministro ha reconocido la gran contribución estadounidense a la paz y la democracia en Europa, así como el hecho de que muchos de los beneficiados por aquellas acciones, entre los que históricamente no se encuentran los españoles, se resisten hoy a reconocerlas. Esto explicaría también los problemas del americano contemporáneo para entender cultural y políticamente al europeo.
En un artículo publicado ayer en The Internacional Herald Tribune, Moratinos retomaba estas mismas ideas, recordando que "la fuerza del vínculo [transatlántico] se demostró dos veces en el siglo pasado, cuando miles de americanos perdieron sus vidas para defender la libertad en Europa". Y concluía: "En los últimos años, por varias razones, las visiones de los americanos y los europeos se han separado. Es necesario que mostremos a nuestros ciudadanos la importancia de nutrir ese entendimiento transatlántico. Si América es la nación indispensable, Europa es el socio irremplazable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 15 de abril de 2005