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El Gobierno navarro impone servicios mínimos en la huelga de taxis

El Gobierno navarro impuso ayer servicios mínimos a los taxistas de Pamplona y su comarca, que desde hace cinco días han dejado sin servicio a unas 300.000 personas. El Ejecutivo foral decretó que el 50% de los taxis funcione en horario diurno y un 20% por la noche. Ello significa que pasarán de 40 a 109 los vehículos que trabajen de día. Los taxistas replicaron que el Ejecutivo carece de competencias para imponerles tales servicios.

El conflicto se mantiene sin cambios desde que los 219 taxistas de la ciudad y su cinturón iniciaron un paro indefinido para impedir que la futura ley foral del taxi duplique el número actual de licencias hasta los 400 vehículos.

Los taxistas sólo aceptan un aumento de 90 licencias, mientras que la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, el órgano gestor del servicio, plantea conceder 180 y establecer la figura del conductor asalariado en festivos y determinadas franjas horarias para garantizar el servicio. El consejero de Transportes, Álvaro Miranda, calificó ayer la huelga como una "tomadura de pelo" y recordó que el 80% del sector aprobó los acuerdos en marzo para después, "nadie sabe por qué", convocar la huelga.

El paro ha causado ya importantes perjuicios criticados por los responsables hoteleros de Pamplona. El Gobierno foral ha habilitado una línea de autobús que une la capital con el aeropuerto de Noain y ha impedido a los taxistas manifestarse en caravana. Sólo 40 taxis han atendido la última semana servicios concertados previamente. Los taxistas rechazan el proyecto de ley por carecer de un estudio previo de impacto sobre el sector y creen que sólo persigue obtener fondos (11 millones de euros) con las nuevas licencias para financiar el déficit del transporte interurbano comarcal.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de abril de 2005