Jon Alonso (Pamplona, 1958) parece confirmarse como una de las trayectorias más lúcidas en el panorama de las actuales letras vascas. Objetivo:Camembert, la tercera de sus obras que aparece traducida, representa un juego entre el ensayo y la novela. Su trama novelesca -la reconstrucción de un cuadro de Toulouse-Lautrec inexistente, del que se conoce una vaga referencia-, con un final sorprendente de engañador engañado, sirve para examinar la vida artística del siglo XIX.
"Sí, ciertamente soy un ser del otro lado de la realidad", afirma el narrador en el primer capítulo. Lo que sigue es una indagación sobre lo que eso significa, haber cruzado la raya. En ese sentido, el pintor contrahecho, que rompe con su estado social aristocrático para entrar en un mundo de expresión que la burguesía no podrá soportar, se erige en el símbolo del que "está al otro lado de la raya".
Jon Alonso aporta ingenio en el apuntalamiento de una trama que a veces suena un poco forzada, y sobre todo en la creación de un especial espectáculo en el que se mezclan muchos puntos de interés: la vida bohemia, la creación de un nuevo modo de expresión pictórica en el impresionismo, el surgimiento de otra manera de ver, pensar, vivir.
Entre la ficción y el ensayo, jugando con la mezcla de géneros literarios, el punto irónico del autor ayuda a la concreción de la ficción, pero su ingenio transita de manera más convincente por el lado de la exposición de temas históricos, pictóricos o creativos. Algunas digresiones pueden resultar largas en el testimonio de una expedición en buesca de una manera de expresarse que rompió con las reglas establecidas de la sociedad.
Jon Alonso: Objetivo:Camembert. Abra. Donostia. 2004. 338 páginas. 18,20 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de abril de 2005