El poeta baezano Antonio Checa ha presentado su último poemario, Las palabras perdidas, un trabajo que obtuvo el último Premio de Poesía El Olivo del Ayuntamiento de Jaén, que ha editado la obra dentro de la colección Señales de Poesía. Las palabras perdidas es un poemario con un gran trasfondo filosófico y reflexivo y con una "irrefrenable musicalidad" en sus versos, en palabras del poeta Salvador García, que presentó la obra de Checa.
"Sus poemas tienen un ritmo imposible de frenar", dijo García de Antonio Checa, un poeta que siente pasión por Antonio Machado y su vinculación con Baeza, una relación que recogió en La creación poética de Antonio Machado en Baeza (2001).
Las palabras perdidas es el décimo libro que publica el poeta, que en 1985 editó Baeza para mirar, una obra que compartió con los poetas Antonio Carvajal y Ángel González y el fotógrafo Francisco Fernández. Antonio Checa se refirió durante la presentación de la obra al sentido de la poesía. "No viene mal de vez en cuando pararse a meditar, a leer poesía y preguntarse por las palabras", señaló. Y añadió: "Hoy día la poesía, la palabra, está en decadencia. Está sometida al materialismo, y creo que las personas deberían intentar buscar la palabra. Sobre todo porque si reflexionamos un poco, tenemos que saber que un día llegará la palabra fin y todo se acabará".
Para el autor baezano, "la poesía sirve para reflexionar sobre quiénes somos y sobre si es verdad que tras la palabra fin hay una nueva palabra que dice inicio". A su juicio se hace necesaria, "una dosis de poesía para combatir el materialismo tan acuciante de los tiempos actuales".
Necesidad de la palabra
La obra insiste en la necesidad de la palabra. "Las palabras nunca nacen para olvidarlas y bajo la perspectiva de los años y la conciencia insobornable del tiempo que se va", subraya Checa. "Quiero olvidar que voy cayendo / milímetro a milímetro / en mi cerebro viven hipótesis confusas / las voces que promueven / canciones que en su rito, / se desmoronan lentas, altivas o anegadas, / como la flor que muere entre las manos / derramando sus pétalos, sujetando sus gritos", se cuestiona. Y vuelve a preguntarse: "Que nos queda... si se pierde el placer de las palabras".
El libro está prologado por Mairelle Mathyys, catedrática de español en el Liceo Maurice de San Juan de Luz (Francia), para quien los versos de Checa reflejan su "mirada grave, serena y clara". Versos, añade, que "penetran en los rinconcitos adormecidos del ser humano, y donde reposan los tesoros de luz, añoranza, silencio (...) y despierta las emociones, sueños y recuerdos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de abril de 2005