El artista francés Yves Klein (Niza, 1928) asombró al mundo del arte a finales de los años cincuenta con sus performances en las que varias modelos embadurnadas de color azul ultramar se restregaban en lienzos apoyados en el suelo o colgados de una pared. Pese a que murió tempranamente, a los 34 años, este precursor del llamado arte conceptual tuvo tiempo hasta de patentar en 1960 un color que lleva su nombre el International Klein Blue, es decir, azul ultramar intenso.
Ahora, casi medio siglo después de su muerte, la artista Lourdes Murillo (Badajoz, 1964) le rinde un homenaje a través de su proyecto Azul a punto de convertirse en ángel, que persigue una búsqueda de la perfección a través de la monocromía. El proyecto de Murillo, que se puede ver hasta el próximo 15 de mayo en la Galería Alfredo Viñas de Málaga, consta de dos fases. La primera es una instalación en la que la autora ha cubierto las paredes de pequeños papelillos vegetales de color azul ultramar. La segunda fase la componen cinco lienzos monocromos azules realizados con impresiones de manos, al estilo Klein.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de abril de 2005