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Reportaje:LISTAS DE ESPERA

"Me río a carcajadas al oír los datos de Lamela"

Antonio Cuervo lleva 14 meses esperando para ser operado de un menisco roto que le impide trabajar como ebanista

Antonio Cuervo asegura que ayer se "rió a carcajadas" cuando leyó en el periódico los datos facilitados por el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Manuel Lamela, que sostiene que la lista de espera media para ser operado quirúrgicamente en la región es sólo de dos semanas. "Yo llevo desde febrero de 2004 con mi rodilla rota. Que me lo digan a mí ese señor o la señora Aguirre. Me río a carcajadas en su cara", dice Cuervo.

La historia de Cuervo es la de tantos otros pacientes. Un día notó cierta inestabilidad en su rodilla izquierda. "Al pisar, era una sensación como si me faltara el punto de apoyo", recuerda. Y, ahí empezó su peregrinar. "Primero fui al consultorio de Aluche, donde vivo. Allí mi médico de cabecera me vio y me mandó al traumatólogo del centro que está en la avenida de Portugal. Después de dos meses de espera me hicieron unas radiografías y me diagnosticaron que tenía el menisco roto. Entonces decidieron que me hiciera una resonancia magnética. Eso fue desesperante: tardaron casi cuatro meses en hacérmela y 15 días más en dársela al traumatólogo, cuando ésta es una prueba en la que el diagnóstico es inmediato".

Resonancia

La resonancia confirmó siete meses después lo que el médico de cabecera le dijo a Cuervo en febrero de 2004: tenía su menisco roto. Mientras con su pierna a cuestas visitaba consultas, Cuervo tuvo que dejar su trabajo de ebanista porque la rodilla enferma le impedía moverse con normalidad.

Cuando el traumatólogo recibió la resonancia magnética, fue remitido a otro traumatólogo (éste especializado en cirugía). Este nuevo especialista del hospital Clínico le dijo lo que tantos otros le habían diagnosticado: "Usted tiene el menisco roto". "Eso ya lo sé. ¿Pero ahora qué?", respondió el paciente. Así que Cuervo comenzó otro peregrinar de pruebas.

"Es necesario que me hagan una artroscopia para repararme el menisco, pero antes he tenido que hacerme el preoperatorio. Ahora estoy a la espera de que me operen, pero no sé cuándo. Para una intervención de menos de una hora voy a estar esperando al menos 15 meses", se lamenta.

Vivir colgado de una lista de espera quirúrgica no es algo fácil de llevar ni para Cuervo, ni para nadie. "Sabes que te pueden llamar en cualquier momento, aunque ese momento puede ser eterno", se queja.

Al principio estaba pegado al teléfono todo el día porque "pensaba que me iban a llamar". Ahora intenta simplemente no desesperarse mientras aguarda. "Tengo 64 años y me quedan seis meses para jubilarme. Si sigo, así a lo mejor me llega el retiro antes de que me recupere de mi rodilla".

Lo que le desespera a Cuervo desde el sofá de su casa y desde su retiro obligado es escuchar a los políticos cómo agilizan las listas de espera. "Si quieren ver cuál es la media de espera en la sanidad pública, que vengan a mi casa y vean mi rodilla. Aquí estoy esperando a que esas cifras que dice el señor Lamela se correspondan a mi expediente. Pero conmigo los plazos ya les han fallado".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de abril de 2005