El Ministerio de Industria no considera alarmante el alza del 150% de la desinversión extranjera en España en tan sólo un año. Y no sólo porque gran parte de esas ventas o liquidaciones de activos pasen de manos extranjeras a españolas, lo que significa que el negocio continúa, sino también por el tipo de operaciones que se esconden detrás de esa cifra.
La directora adjunta de Comercio e Inversiones, Silvia Iranzo, subraya que este volumen de desinversiones está concentrado en "tres o cuatro operaciones" de gran tamaño.
En dos ocasiones el accionista extranjero decidió vender su porción a inversores españoles a cambio de cuantiosas plusvalías.
Otros dos casos obedecían a la necesidad por parte de la empresa de vender sus filiales en España con el objetivo de sanear la matriz.
En cuanto a los sectores más afectados por esta ola desinversora, no existe una tendencia clara, asegura Iranzo, sino que las liquidaciones se han repartido entre actividades económicas muy diferentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de abril de 2005