Varios centenares de familias de vecinos de barrios contiguos al parque Enrique Tierno Galván, junto a la M-30, protagonizaron ayer una jornada de protesta contra la construcción de dos salidas de humos y gases procedentes de los vehículos que circulen por el futuro soterramiento de esta autovía de circunvalación. El Ayuntamiento tenía previsto construir en esta zona una chimenea de 20 metros de altura por otros 20 de diámetro, pero las quejas vecinales tumbaron hace semanas el proyecto, que ha quedado reducido ahora a dos áreas de ventilación.
Los manifestantes se oponen también a que el tráfico de autobuses procedente de la estación Sur cruce bajo el parque y la avenida del Planetario, ya que las autoridades municipales los han elegido para canalizar el tráfico de entrada de la M-40 hacia el centro de Madrid.
Los asistentes fueron convocados por la Plataforma de Vecinos Afectados por las Obras de la M-30 en el Nudo Sur, cuyo portavoz, Roberto Tornamira, explicó que deben estudiarse otras alternativas. Tornamira dijo que de no modificarse los planes municipales unas 5.000 familias del área entre el paseo de Santa María de la Cabeza y el parque Enrique Tierno Galván se verán afectadas por los efectos contaminantes de los humos de la M-30. Una exposición de dibujos infantiles mostraba el parecer de los niños sobre el futuro del barrio. El título de un dibujo de Miguel Ángel Sánchez, umbrío y ahumado, era ¿Y dónde jugaré yo?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de abril de 2005