Durante estos días el Consistorio de Mislata nos ha mostrado algunos de los futuros proyectos que tiene pensados para la ciudad. Entre ellos destaca una gran plaza en lo que actualmente ocupa las instalaciones de Conresa. En esta plaza aparece también un excelente edificio que, según el proyecto, será el Nuevo Ayuntamiento.
Huelga decir que a todos nos gustan las cosas nuevas. Pero el lugar donde se sitúa un Ayuntamiento es algo muy singular y debemos reflexionar. Por ello, pondré tres ejemplos:
1) Observamos en el caso de Quart de Poblet, que se ha mantenido el emplazamiento del ayuntamiento en el mismo lugar donde históricamente se reconoce como centro de la ciudad. Los ciudadanos reconocen fácilmente el edificio.
2) En Xirivella, vemos que se ha optado por un nuevo edificio desplazado del lugar histórico reconocido por los ciudadanos. El resultado, a mi parecer, no es bueno.
3) El tercer caso, el Nuevo Ayuntamiento de Valencia (avenida de Aragón), es un ejemplo claro de error de emplazamiento, el edificio no funciona, nadie sabe para qué sirve y la propia alcaldesa está intentando deshacerse de él.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de abril de 2005