La oposición togolesa mantiene la presión, en protesta por lo que considera un fraude masivo en las elecciones presidenciales del domingo. Su líder, Bob Akitani, se declaró ayer presidente electo, en un claro desafío al Gobierno. Su esperanza es lograr que el Tribunal Constitucional rechace el escrutinio oficial que dio la victoria a Faure Ñasingbe, con el 60%.
Los enfrentamientos de las últimas 48 horas han costado la vida a 11 personas, según fuentes hospitalarias de Lomé. El ex secretario de Estado francés de Integración, Kofi Yamgnane, de origen togolés, eleva esta cifra a 100, aunque admite que se trata de una estimación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de abril de 2005
