Esta madrugada ha finalizado el traslado al Museo Guggenheim de las últimas piezas de acero que conformarán de las siete monumentales esculturas de Richard Serra que se mostrarán al público desde el 7 de junio. Antes de su instalación, el acero corten necesita ponerse a punto. La textura deseada por el artista se logra mojando la superficie, como se ve en la fotografía, y dejando que, simplemente, se oxide. El Guggenheim organizó ayer una mesa redonda con artistas contemporáneos mexicanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de abril de 2005