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De las dudas a la "plena certeza"

Lord Peter Goldsmith, fiscal general del reino y principal asesor legal del primer ministro, tenía serias dudas el 7 de marzo de 2003 sobre la legalidad de la guerra de Irak. Diez días después, Downing Street se las despejó y el fiscal general presentó al Gabinete de Tony Blair y en la Cámara de los Comunes un escueto texto de apenas un folio y nueve apartados en el que la incertidumbre se había convertido en "plena certeza".

El texto del primer dictamen dado a conocer ayer confirma lo divulgado el domingo por el diario sensacionalista Mail on Sunday y el lunes por The Guardian. Goldsmith admite en ese primer texto que existen argumentos tanto a favor de que bastaba con la resolución 1441 (tesis de EE UU) como de que hacía falta una segunda (Francia, Rusia, China, México, Irlanda y Siria) y admite que la segunda opción es "la vía legal más segura". Además, advierte de que, sin esa segunda resolución, existe la posibilidad de que el Reino Unido sea denunciado y "no hay garantías de que los denunciantes no vayan a tener éxito". Subraya que cualquier acción tiene que ser "proporcionada al objetivo" general, aunque "eso no significa que no se pueda apartar a Sadan Husein del poder si fuera necesario para asegurar el desarme". Pero advierte: "El cambio de régimen no puede ser el objetivo de la acción militar".

Todas esas dudas iniciales desaparecieron en el escueto resumen de su segundo dictamen presentado al Gobierno y al Parlamento el 20 de marzo de 2003, tres días antes de que empezaran los bombardeos sobre Bagdad. De las dudas había pasado a la "plena certeza" de que Irak estaba incumpliendo la resolución 1441 del Consejo de Seguridad y de que eso reavivaba las resoluciones 678 y 687, que más de 10 años antes habían autorizado el uso de la fuerza para expulsar de Kuwait a las tropas de Sadam Husein y desarmar al régimen.

El presidente George Bush padre descartó entonces la invasión de Irak, entre otras razones porque no estaba claro que las resoluciones del Consejo de Seguridad lo permitieran.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de abril de 2005