El presidente José Luis Rodríguez Zapatero advirtió ayer, en respuesta al modelo de financiación presentado por el Gobierno catalán, de que "los Ejecutivos autónomos pueden hacer las propuestas que crean oportunas, pero el modelo de financiación corresponde decidirlo a todo el país. Así lo recoge la Constitución". El ministro de Economía, Pedro Solbes, recordó que la propuesta "debe preservar la cohesión entre comunidades". La Generalitat, que preside el socialista Pasqual Maragall, quiere recaudar todos los impuestos y ceder al Estado un máximo del 50% de los ingresos obtenidos por IVA, IRPF, sociedades e impuestos especiales.
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La propuesta del tripartito (PSC, Esquerra e ICV), que se incluye en el nuevo Estatuto, recoge la creación de una Agencia Tributaria propia, atribuye a la Generalitat capacidad normativa sobre los impuestos y establece un mecanismo de solidaridad con el Estado que implica que la aportación de Cataluña crecerá a medida que la renta catalana sea mayor que la media estatal.
Zapatero aclaró que será el Consejo de Política Fiscal y Financiera -que reúne a los Gobiernos autónomos y a los ministerios de Economía y Administraciones Públicas- el que decida la financiación autonómica. Solbes recordó que la competencia de recaudar impuestos corresponde al Estado.
El consejero catalán de Economía, Antoni Castells, dijo en la presentación de su propuesta: "No pedimos la luna, y no queremos poner límites a la solidaridad". "No es la luna, pero está muy arriba", añadió Maragall en el Parlamento catalán. El presidente de la Generalitat cifró en 2.400 millones anuales los ingresos adicionales que obtendría Cataluña con la nueva financiación. CiU consideró que la propuesta se queda corta. El PP la rechazó. "Es inviable en términos políticos y financieros", afirmó su portavoz, Josep Piqué.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de abril de 2005