Un coche divino ha alcanzado ya en el portal de subastas e-bay un precio de más de 41.000 euros y recibió hasta ayer por la tarde cerca de un millón y medio de visitas. Y es que el último y único dueño conocido del Volkswagen Golf no es otro que el papa Benedicto XVI. Un objetor de conciencia, Benjamin Halbe, de 21 años, de la localidad alemana de Olpe (Renania del Norte-Westfalia), compró el coche en enero sin imaginar que el cónclave romano le daría la oportunidad de revenderlo a precio de oro. El vendedor, el comerciante de coches usados Kurt Schneider, de la localidad de Siegen, le dijo entonces que conducir este coche era "una bendición". Más tarde, al leer la documentación del vehículo, Halbe descubrió a qué se refería: el último dueño que constaba era un tal "cardenal Joseph Ratzinger". Sin embargo, fuentes de la Iglesia aseguraron que el hoy santo ex propietario no tiene carnet de conducir. El secretario privado del entonces cardenal Ratzinger, Josef Clemens, natural de Siegen, compró el coche a Schneider hace seis años. "No sabemos quién conducía el coche", explicó Schneider a la agencia alemana DPA. Cierto es que Clemens llevó el Golf, que tiene 75.000 kilómetros y aire acondicionado, a Italia. Más tarde lo entregó de nuevo a Schneider en pago por otro vehículo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de abril de 2005