Parece ser que las letras han perdido su valor. Coincidiendo con fechas tan destacadas como la celebración del cuarto centenario de la publicación del Quijote, de Miguel de Cervantes, con el Día de Sant Jordi y con el Año del Libro, la Subcomisión de Humanidades del Consejo de Coordinación Universitaria ha puesto en duda la utilidad de las carreras de humanidades.
Resulta preocupante ver que lo que cuenta para una subcomisión de humanidades es exclusivamente la inserción en el mercado laboral y las salidas profesionales, mientras que la formación en valores queda menospreciada por una tendencia mayoritaria que apunta a la mercantilización de la cultura.
Las humanidades, como la filología, el arte, la historia y la literatura, tienen un valor en sí: el valor del tiempo y de la sabiduría.
El mundo es actualmente cada vez más técnico y por eso pide carreras cada vez más especializadas. Pero eso no puede hacer que se menosprecien unos estudios amplios como los nuestros, basados en la transversalidad y la interdisciplinariedad, que nos permiten dar una respuesta a los problemas concretos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de abril de 2005