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Málaga honra a Carlos Saura por su apasionada trayectoria

Ramón Salazar presenta la comedia musical '20 centímetros'

"Hay directores, como Amenábar, que demuestran una astucia de veterano hollywoodense, pero otros, como yo, improvisamos y siempre seremos un desastre". Carlos Saura recibió ayer el homenaje del Festival de Málaga rodeado de figuras del cine, la música y el baile, pero él insistía en restar importancia a su prolífica y brillante carrera de casi 40 películas e incontables galardones internacionales.

A sus lozanos 73 años, Saura continúa con su cine apasionado, y el martes acabó de sonorizar su nuevo filme musical, Iberia. Además de actores y directores, anoche le acompañaron artistas como Cristina Hoyos, Manolo Sanlúcar y Aida Gómez para resaltar el cariz flamenco de este enamorado de lo jondo. "Los homenajes me sirven para viajar a lugares estupendos, como Shanghai o Praga. La única pena es no poder acudir a todos", comentó el cineasta, que ayer mismo debía recibir el premio Zapato Rojo en el Día Internacional de la Danza.

Málaga le ha dedicado una retrospectiva con obras como Los golfos y una exposición con otra gran pasión suya, la fotografía, que recorre Peppermint frappé y Flamenco, entre otros rodajes. La variedad de sus próximos proyectos abruma. Tiene aparcadas una película sobre Felipe II, otra sobre el letrista de Mozart, Lorenzo da Ponte, y una tercera sobre la escuela madrileña de baile flamenco Amor de Dios. "Sigo trabajando a salto de mata", añadía. Todos sus amigos destacaron anoche el lado humano del creador. "Es un caballero de la escena, con una humildad fantástica, que saluda mejor a un meritorio que a un productor", resumió el actor José Coronado.

La comedia musical 20 centímetros, de Ramón Salazar, aportó frescura y colorido al cierre del festival. Tras su debú con Piedras, el director relata ahora las esperanzas y sueños de Marieta (Mónica Cervera, musa de Salazar), un transexual que busca abandonar la prostitución, operarse y olvidar que le llamaban Adolfo. La protagonista lucha por salir a flote en la dura y luminosa Gran Vía madrileña, y cuando sueña, su imaginación se dispara y canta. También a concurso se proyectó el thriller de José Antonio Vitoria Vorvik.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de abril de 2005