En el marco de la liberalización de la distribución de energía, Unión Fenosa promocionaba su Plan de Energía Integral bajo el lema Luz y gas; con los servicios y el ahorro que necesita tu hogar, prometiendo importantes ahorros del 2,5% y 6%, respectivamente, en oferta válida hasta el 30-1-2005.
Me apunté a esta oferta, recibiendo el nuevo contrato integral a finales de diciembre de 2004. Al revisar la letra pequeña y las tarifas indicadas, tanto de potencia como de consumo, no me salían los ahorros prometidos. Tampoco se indicaban en el contrato las tarifas para las inspecciones de la instalación de gas. Por eso les escribí con fecha 8-1-2005 una carta muy cortés pidiendo las aclaraciones correspondientes. El 28-1-2005 recibo un gran sobre que contiene un nuevo contrato integral, pero ninguna contestación a mis preguntas. Es más, para mi gran asombro las nuevas tarifas indicadas son ahora superiores a las reflejadas en el primer contrato. Escribo otra vez, con fecha 1-2-2005 y por correo certificado, repitiendo con insistencia mis preguntas. Pasa un mes entero sin recibir contestación. El 1-3-2005, inasequible al desaliento, reclamo nuevamente; en esta ocasión con carta certificada con acuse de recibo, dirigido al departamento de atención a clientes.
Mientras tanto ha pasado otro mes y Unión Fenosa no contesta. Ahora ya empiezo a sospechar que no se atreven a contestarme porque los ahorros prometidos no son tales o -lo que es peor- porque exhiben un total desprecio frente a un pequeño cliente residencial. No pienso escribir más, pero estoy muy decepcionado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de abril de 2005