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Reportaje:

Huérfanos de la capital

Los alcaldes de la comarca debaten su relación con Alicante y piden un órgano que regule el urbanismo

Medio millón de habitantes residen en la comarca de l'Alacantí, la segunda más poblada del País Valenciano. Sin embargo, las relaciones entre la capital, Alicante, y su área metropolitana presentan algunas carencias que ayer pusieron de manifiesto los diferentes alcaldes reunidos en la Seu d'Alacant de la Universidad. La principal crítica se centró en la falta de comunicación entre administraciones y la necesidad de crear un órgano que coordine el urbanismo.

La pregunta clave fue: ¿comarca o área metropolitana? "No es cuestión de nombres, lo que es evidente es que el sistema actual no es eficaz", dijo Xavier Alberola, alcalde de Busot, una localidad con 2.400 habitantes de derecho, pero unos 5.000 de hecho, y cuyo núcleo urbano aglutina sólo al 10% de las casas. "El urbanismo expansivo hipoteca el futuro, tenemos un 90% de viviendas dispersas, y eso desestructura socialmente", explicó. Alberola lamentó el escaso interés que la Diputación y Generalitat muestran por sus problemas. Luisa Pastor, alcaldesa de Sant Vicent, dijo que el urbanismo siempre se ha hecho desde el ámbito local, pero ahora debe ser supramunicipal. "La comarca quizá sea un marco inadecuado, por eso prefiero un área metropolitana". Pastor propuso "crear una especie de SUMA (recaudador de impuestos) pero dedicado al urbanismo". Asunción Llorens, alcaldesa de Mutxamel, criticó el "desorden urbanístico sin planificación" que se aplica en la comarca y enumeró problemas concretos que les afectan: transporte público deficitario, comunicaciones, abastecimiento de agua y servicios sociales. "Es prioritario elaborar un Plan Estratégico Comarcal", pidió Llorens. Manuel Giménez, edil de urbanismo en Sant Joan, criticó la Ley Reguladora de la Actividad Urbanística (LRAU), que "concentra el suelo urbano en pocas manos", y defendió un proyecto "integrador" de ciudad: "Antes el lugar de encuentro eran los mercados, donde se realizaban transacciones, ahora son los centros comerciales, en los que se compra en público". Pedro Romero, concejal de Cultura en Alicante y presidente de la Mancomunidad, se limitó a recordar la legislación que regula su funcionamiento y dio cuenta del presupuesto previsto en los programas de saneamiento de aguas residuales, en la depuradora de Monte Orgegia, para la lucha contra las plagas de mosquitos y ratas o en la recogida de animales abandonados. "Apuesto por la comarca en el marco de la provincia, y como no soy urbanista hubiera rechazado la invitación si llego a saber que veníamos a hablar de urbanismo", sentenció Romero.

El eterno debate sobre Alicante y su comarca se inició ayer sentando por primera vez en la historia a algunos de sus protagonistas. Ahora falta conocer la respuesta y las propuestas de otras Administraciones, y demostrar, con el transcurso del tiempo, si los alcaldes están dispuestos a ceder competencias y funciones a un ente supramunicipal que regule el urbanismo local.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de mayo de 2005