"Éste es un equipo especial, en el que todos sufrimos y luchamos juntos". José Mourinho, el entrenador del Chelsea, celebró ayer el título de Liga de su equipo con gesto serio y grandes palabras: "Lo hemos hecho magnificamente, hemos luchado como leones y hemos ganado porque queríamos que los seguidores del Chelsea que tienen menos de 50 años vieran a su equipo ganar un título", añadió antes de entrar en el vestuario para someterse a un baño en champagne del que también participó el ruso Roman Abramovich, presidente del club.
"Este club y estos jugadores han ganado mi corazón", dijo el preparador portugués, que negociará una extensión de su contrato con el club. Bajo sus órdenes continuará Lampard, la estrella del partido: "Me acordaré de este momento toda mi vida. Después de fallar un gol contra el Liverpool [en la ida de las semifinales de la Champions] tenía una deuda con nuestros seguidores", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de mayo de 2005