Escribo estas líneas sobre el artículo del 28 de abril, bajo el título La automedalla de la concejal. En primer lugar, he de destacar la importante labor que realizan los profesores de Tecnología del Instituto Jorge Manrique y, en concreto, Francisco Gallego, guiando a los alumnos para que presenten trabajos tan maravillosos en "Madrid por la Ciencia".
Como representante del Ayuntamiento de Tres Cantos, en calidad de concejal de Educación, siempre he considerado importante apoyar cualquier iniciativa que contribuya a proyectar el aprendizaje de los alumnos más allá de las aulas. Y, en este caso, la colaboración del Ayuntamiento se ciñe exclusivamente a dar cobertura informativa al evento, a través de nuestro Departamento de Comunicación, y a acudir a la feria para charlar con los alumnos y comprobar el resultado de su trabajo.
Por tanto, en ningún momento dije que el Ayuntamiento contribuya a que se realicen estas actividades. No puedo decir esto porque, como es lógico, el Ayuntamiento no puede prestar ayuda económica para cada actividad que se realiza en los centros educativos. Lo que sí dije a Pedro Duque es que, como representante municipal, me siento muy orgullosa del trabajo realizado por profesores y alumnos, así como del fomento de actividades como ésta en el instituto, bajo la dirección de Javier Martín Barrios. Si puse alguna medalla, fue al Instituto Jorge Manrique.
En cuanto a mi presencia en la feria, consideré oportuno, como expresión de cortesía, saludar, en representación de todos los tricantinos, a un personaje eminente como el señor Duque. Lo hice con la mejor de las intenciones y siento haber herido, sin querer, la sensibilidad de la persona que, con tanta brillantez, ha coordinado el proyecto Taller de Galileo Siglo XXI.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de mayo de 2005