El Mallorca recuperó ayer la fe en sus posibilidades y se aferró a las remotas posibilidades de salvación que aún le quedan a costa de un Espanyol desconocido que se vio superado en todas las facetas del juego por el conjunto balear. Sin embargo, se puso por delante el equipo que dirige Miguel Ángel Lotina con un golazo de Ibarra, que entró absolutamente solo, desde atrás, para rematar en la frontal un corner servido por Álex Fernández.
Pero con el 0-1 en contra, y ante un rival que pecó de falta de ambición, el Mallorca se puso en marcha y empezó a arrinconar a su rival, que comenzaba la jornada en puesto de Liga de Campeones. El Espanyol consideró suficiente la renta de un gol y no quiso dar gas al partido. Cuando se dio cuenta, estaba encerrado en su campo, encajando mal las acometidas del Mallorca, que se permitió el lujo de firmar sus mejores minutos de la temporada y borrar del campo a todo un aspirante a la Champions.
MALLORCA 3 - ESPANYOL 2
Mallorca: Moyà; Cortés, Ballesteros, Iuliano, Poli; Campano, Farinós, Pereyra (Arango, m. 64), Tuni (Marcos, m. 78); Luis García (Correa, m. 70) y Víctor.
Espanyol: Kameni; Ibarra (Serrano, m. 79), Lopo, Pochettino, Alex; Soldevilla, Jarque; Maxi, De la Peña (Fredson, m 60), Amavisca (Coro, m. 59) y Tamudo.
Goles: 0-1. M. 9. Ibarra, de fuerte disparo. 1-1. M. 50. Campano, desde el área pequeña. 2-1. M. 70. Arango, desde treinta metros. 3-1. M. 80. Campano, desde dentro del área. 3-2. M. 91. Maxi culmina un contragolpe.
Árbitro: Ramírez Domínguez. Amonestó a Campano, Soldevilla, Poli, Cortés y Arango, y expulsó a Lopo por agresión a Luis García (m. 53).
Unos 11.000 espectadores en Son Moix.
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El planteamiento de Lotina se vio modificado por un inoportuno cambio de última hora en la alineación inicial. En los ejercicios de calentamiento, Ito notó unas molestias musculares. Su lugar en la línea medular lo ocupó Soldevilla, que fue lo más parecido a un poste clavado en el centro del campo.
Campano, que condujo el recital del Mallorca, empató el partido a los cinco minutos del segundo tiempo. El canterano recibió el balón en el área pequeña y tuvo todo el tiempo del mundo para pensárselo y soltar un trallazo a las redes. Para poner mayores facilidades a la remontada balear, Lopo se autoexpulsó innecesariamente, con una infantil agresión a Luís García en el mediocampo.
El punto de inflexión llegó cuando el venezolano Juan Arango, tras cuarenta días de baja, por el golpe que recibió de Javi Navarro durante el Mallorca- Sevilla de la jornada 29, regresó al campo mediada la segunda parte. Lo hizo plenamente recuperado, y sin la protección de una máscara facial que le habían recomendado los médicos. Pero dio igual, porque el tercer balón que tocó se convirtió en un gol de antología, desde casi treinta metros, que hizo que Son Moix se viniera abajo.
Campano redondeó la gran tarde del venezolano anotando el tercer gol balear a pase de Arango. Las noticias que llegaban desde el Ciudad de Valencia invitaban al optimismo. El Levante, único referente para la salvación del equipo que dirige Héctor Cúper, perdió ante al Málaga. A falta de cuatro jornadas, las distancias en la zona baja de la clasificación quedan reducidas a cuatro puntos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de mayo de 2005