Los 10 goles del 6-4 con que ganó el Parma al Livorno, más los ocho del 5-3 del Lecce al Lazio, fueron los máximos ejemplos de una jornada insólita, atípica, en el fútbol italiano. Los 18 goles en los dos partidos -cuatro para el parmesano Gilardino, pichichi ya del torneo junto a Montella (Roma), con 21, y tres para Lucarelli, del Livorno, que suma 20, así como hat-trick para Vucinic (Lecce), y Rocchi (Lazio)- fueron muchos, pero ni siquiera la mitad de los que se marcaron en la 34ª jornada de Liga. En los ocho restantes encuentros se sumaron 25 hasta completar los 43 totales. Ni un sólo partido terminó con los 0-0 ó 1-0 tan habituales. Sólo el sábado, Cagliari y Regina empataron a un gol.
Como poco, se marcaron tres tantos por partido y el 2-1, que se repitió en tres encuentros, fue el resultado con el que el Milan y el Juventus saldaron sus compromisos para seguir igualados en su duelo por el título. El Milan remontó el sábado el primer tanto del Fiorentina en Florencia con dos de su inevitable artillero Shevchenko y el Juventus encarriló pronto su choque ante el Bolonia, con dos tantos de cabeza de Cannavaro -toda una reivindicación tras su vídeo-, y Zalayeta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de mayo de 2005