La plaza del Dos de Mayo se llenó anoche de gente que bebía en la calle, a pesar de que los vecinos del barrio habían decidido el día anterior suspender las fiestas. Su intención era protestar porque el Ayuntamiento rechazó la petición de licencias para montar barras, pero desde el viernes consiente el botellón, que ayer volvió a repetirse. La Policía Municipal vigilaba anoche los accesos a la plaza.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de mayo de 2005