Un bebé de 11 meses murió ayer y su hermano resultó herido grave en un incendio registrado a las 12.30 en una vivienda de Badajoz capital. También falleció un niño de cuatro años que el domingo resultó herido -junto a otros dos menores y dos adultos- al desatarse un fuego en su casa, en Ruidecabanyes (Tarragona).
La policía de Badajoz sospecha que la causa del incendio fue la explosión de una bombona de un brasero de gas que estaba en un patio en el que se almacenaba mucha chatarra. En la casa, ubicada en la barriada de Cerro de Reyes, vivía el matrimonio de entre 25 y 30 años compuesto por Francisco Martín Sánchez y María Dolores Álvarez. Ésta estaba fuera del inmueble, cubierta de hollín, y tratando de entrar en él cuando llegó la policía.
El hermano de la víctima, de tres años, fue rescatado de un balcón y trasladado, consciente y con síntomas de intoxicación por inhalación de humos, al Hospital Materno-Infantil local. La niña fue hallada muerta en un cuarto.
El niño de Ruidecabanyes había sido ingresado en un hospital de Tarragona el domingo, con asfixia severa, y ese mismo día fue trasladado a un centro de Barcelona, donde falleció. Los otros dos menores heridos en el incendio evolucionan favorablemente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de mayo de 2005