Uno de los agentes de la Policía Local de Málaga que presta servicios de escolta a los concejales de la corporación emitió el pasado 17 de marzo un informe sobre las actividades de la edil del equipo de Gobierno, del PP, a la que está adscrito que contiene detalles de sus actividades privadas.
En el informe, enviado al jefe del servicio de seguridad y al superintendente de la policía, se detallan los movimientos habituales de la concejal tanto laborales como no, desde las horas que pasa en la junta del distrito que dirige o las reuniones a las que acude, a su costumbre de asistir a misa y a reuniones de un grupo religioso, o de encontrarse con un grupo de amigos para tapear en distintos bares, y acudir varios días a la semana a comer a casa de sus padres.
El director de seguridad del consistorio y ex subdelegado del Gobierno en la provincia, Carlos Rubio, negó ayer que desde la dirección del área o la jefatura de policía se hayan encargado "jamás ningún informe de este tipo". Según Rubio, las funciones de los escoltas son "única y exclusivamente la de proteger a la autoridad a la que está asignada".
Explicó que los únicos informes que se hacen sobre el servicio de escoltas son "genéricos", y "nunca sobre un concejal concreto" y tienen por objeto "la mejora y eficacia del servicio", del que disponen todos los concejales desde el asesinato de José María Martín Carpena en julio de 2001.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de mayo de 2005