Escuchar al señor Gallardón haciendo profesión de fe en su partido, en su secretario general, en los objetivos del partido, en la colaboración con todas las administraciones, sea cual sea el matiz político, conmueve al ciudadano de Madrid, y me imagino que a muchos españoles.
Los políticos están confundiendo el entorno donde deben desarrollar su "vocación / profesión"; decía Gallardón que la crítica, la oposición política, debe "hacerse en los foros parlamentarios adecuados", y no debe romper los lazos de comunicación entre los adversarios políticos.
No es legítimo en política sembrar el campo de sal, porque está en juego el porvenir de las generaciones venideras y el bienestar del país; decía, también, Ruiz-Gallardón en su ultima rueda de prensa que "todos tenemos que gobernar para todos...".
Desde hace 20 años o más, Ruiz-Gallardón, hoy alcalde, mantiene su notoriedad personal en el PP; concita las esperanzas de muchos como uno de los candidatos más solventes para dirigir los destinos del partido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de mayo de 2005