Resulta llamativo que los que ahora reclaman para sí el derecho a la objeción de conciencia para realizar matrimonios entre personas del mismo sexo sean los mismos que hace unos años aplaudían el encarcelamiento de aquellos que se negaban a realizar el servicio militar obligatorio reclamando ejercer ese mismo derecho. Curioso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de mayo de 2005