El Departamento de Sanidad comenzará a implantar progresivamente en los centros de salud la receta electrónica, si el proyecto piloto que se está desarrollando desde el mes pasado en los ambulatorios y las farmacias de Markina y San Miguel de Basauri arroja resultados positivos. Así lo anunció ayer el consejero de Sanidad en funciones, Gabriel Inclán, en el acto de presentación de esta iniciativa, que requiere una anterior implantación de la tarjeta de identificación sanitar electrónica.
La receta electrónica es un documento virtual para la prescripción y dispensación de medicamentos que acabará en un futuro con el papel. Inclán se encargó de dejarlo claro: este soporte, dijo, no desaparecerá hasta que no se modifique la normativa estatal que obliga a la presentación física de la receta. En cualquier caso, el sistema promete reportar importantes beneficios para pacientes, médicos y farmacéuticos.
La nueva tarjeta electrónica incorpora un chip con la información del paciente. De esta forma, permite que el médico haga la prescripción desde el ordenador de su consulta, la valide y la envíe así a la base de datos central. Cuando el paciente acude a la farmacia y presenta la tarjeta, el boticario comprobará qué medicamento le ha prescrito el facultativo y se la dispensará.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 7 de mayo de 2005