Después de tirar por la cañería buena parte de sus posibilidades europeas desplegando un juego horrible el domingo pasado contra el Athletic (1-1), el Atlético se juega su última carta en Riazor, ante el Deportivo, plagado de dudas. Sólo la entrada en la convocatoria de Torres, autor de 16 de sus 37 goles y entre algodones desde el miércoles por una tendinitis en una rodilla, alivia los planes de César Ferrando. El joven Zahínos también vuelve a la lista después de un calvario de más de un año por una lesión en el tendón de Aquiles.
"Aún tenemos posibilidades", comenta el técnico, que, a cinco puntos de la Copa de la UEFA y siete de la Champions, ve a su equipo en la necesidad de ganar "como sea". En un intento de motivar a los mismos jugadores que hace una semana corrían en el Calderón "como pollos sin cabeza", les ha enviado varios recados: "Se ganarán, se perderán o se empatarán, pero los partidos hay que pelearlos". El Atlético, que el jueves se jugará la temporada en la vuelta de las semifinales de la Copa contra Osasuna (1-0, en Pamplona), acumula cuatro citas sin saborear los tres puntos.
El mensaje fermentó en Jorge, que prosiguió el discurso de Ferrando: "Si ganamos al Depor, se solucionan muchas cosas". Pero las estadísticas no son propicias a los rojiblancos, que no vencen en A Coruña desde el curso 1994-95. En las siguientes siete visitas empataron cuatro veces sucesivas para caer en las tres últimas, la más reciente por goleada (5-1).
El cuadro gallego se halla ahora con dos puntos menos y carente de pegada. Tristán, lesionado, y Luque, sancionado, son bajas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de mayo de 2005