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EL FIN DE LA II GUERRA MUNDIAL EN EUROPA

Una iniciativa personal de Zapatero

La presencia de José Luis Rodríguez Zapatero en las celebraciones de hoy del 60º aniversario de la liberación de Mauthausen se debe a una iniciativa personal del presidente del Gobierno que, según cuentan en La Moncloa, se interesó por el tema de un modo casual, aunque definitivo, cuando regresaba de un viaje al extranjero.

Fue el 28 de enero y la delegación hacía el vuelo de vuelta a Madrid desde Santiago de Chile. Una publicación española que anunciaba la asistencia de supervivientes y familiares de víctimas a los actos de hoy cayó en manos de Zapatero. Inmediatamente manifestó interés por participar en el aniversario. Es un hecho que el nulo esfuerzo realizado por el flamante Gobierno del PSOE hace un año para estar presente en las conmemoraciones del desembarco de Normandía suscitó más de una crítica de quienes vieron en ello una ignorancia del papel de los españoles en la resistencia francesa.

Las fuentes gubernamentales sostienen, sin embargo, que el deseo de Zapatero de estar hoy en Mauthausen no surgió como intención de corregir aquel paso, sino por el complejo simbolismo que los actos en el denominado "campo de los españoles" ofrecen para rendir homenaje tanto a la contribución hispana a la causa de la libertad en Europa como a la reconciliación entre conciudadanos enfrentados hace seis décadas por ideas que hoy en buena medida comparten. Un sentimiento natural en el nieto de un militar republicano fusilado en León por los nacionales, añaden las mismas fuentes.

La presencia del presidente ha implicado, para empezar, algunos cambios en el protocolo habitual. Esencialmente, que la bandera constitucional ondeará junto a la republicana allí donde ésta había sido la única protagonista de las conmemoraciones, y que el Cant dels ocells sonará en lugar del habitual Himno de Riego. Zapatero viajará acompañado por el embajador de Israel, Víctor Harel, y del rabino de la comunidad de Madrid, Jacobo Israel Garzón.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de mayo de 2005