Sus retratos en blanco y negro transmiten inquietud y desasosiego, pero Santiago Ydáñez (Puente de Génave, Jaén, 1969) asegura que no tiene una visión tenebrosa del ser humano. "Lo que pasa es que hablo un poco de lo perdidos que estamos todos, de esa búsqueda permanente de amor, de la soledad", explica. Ydáñez expone una veintena de pinturas, carboncillos y grafitos en la galería Kur donostiarra.
El pintor jienense ha protagonizado una carrera meteórica. Hace solo seis años era un completo desconocido y hoy su currículum documenta el paso de su pintura expresionista, algo mística y gótica, por salas de Estados Unidos, México, Italia, Francia o Portugal. "Tuve varios golpes de suerte", reconoce en una conversación telefónica desde Berlín, donde reside la mitad del año. "En 1998 no tenía un duro en el bolsillo y la Fundación Botín me dio una beca que me salvó la vida. Al tiempo, me llamó Luis Adelantado, de Valencia", cuenta.
Ese par de empujones han bastado para que su pintura, muy centrada en la exploración de la naturaleza humana y animal, haya logrado hacerse un hueco en el mercado y llegue ahora por primera vez al País Vasco en una exposición individual. Ydáñez, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada y Premio ABC de Pintura en 2002, se presenta en Kur (Paseo de la Zurriola, 6) con una serie de trabajos que tienen su origen en París. "Cuando viví allí hace dos años, dibuje mucho con carboncillo y me entusiasmo", dice. "Quise trasladarlo a formato grande y el método más inmediato era emplear pintura negra sólo con agua".
El resultado es más o menos lo que puede verse hasta el 15 de junio: rostros fantasmagóricos, a veces con grandes bocas abiertas que invitan a adentrarse en el alma humana. "Son trabajos sobre sentimientos humanos muy sencillos, pero ninguno representa uno definido como la felicidad o la tristeza". El artista, que incorpora un leve color a sus blancos, negros y grises, es también protagonista de los cuadros que realiza a partir de fotos. "No pretenden ser autorretratos", advierte. "Lo hago porque me tengo a mano". El rostro humano, como los animales o las estructuras óseas, es un tema recurrente en la pintura de Ydáñez, invitado a participar en 2006 en la Bienal de Shangai.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de mayo de 2005