El Gobierno de Castilla-La Mancha ha propuesto al Ministerio del Interior cofinanciar la creación de "unidades regionales de la Guardia Civil" como alternativa a la policía autonómica. La intención, según explicó ayer en Toledo la consejera de Administraciones Publicas, Llanos Castellanos, es "intensificar" la presencia de guardias civiles en una comunidad en la que el 95% de sus municipios tiene menos de 5.000 habitantes.
No se trata de cubrir con los presupuestos regionales la carencia de efectivos que ya tiene este cuerpo de seguridad, sino de ampliar el número de agentes adscritos a las unidades regionales, "colaborando económicamente en la dotación de estos efectivos, que seguirán dependiendo de la Dirección General de la Guardia Civil". La "experiencia piloto", que según Castellanos ha sido bien acogida por el Ministerio del Interior, comenzaría "con unos 100 agentes".
La idea es "ayudar" a reforzar la seguridad en zonas en las que se demanda mayor presencia de la Guardia Civil, con "agentes territorializados, que residan en Castilla-La Mancha". No tendrán ni mandos, ni funciones ni uniformes específicos. "Queremos a la Guardia Civil con los mismos cometidos e instrucciones que ahora", agregó la consejera. Lo que sí se decidirá entre los Gobiernos central y autónomo y los ayuntamientos es "dónde van los efectivos, en función de las necesidades de seguridad".
La responsable de Administraciones Publicas ya tiene en mente alguna de las zonas de actuación. Es el caso del Corredor del Henares, en Guadalajara, o la Sagra, en Toledo, zonas ambas limítrofes con Madrid y donde ya se demanda mayor presencia de la Guardia Civil por el deterioro de la seguridad. El Gobierno regional y el Ministerio del Interior trabajan ya en los detalles de este convenio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de mayo de 2005