Lo que me quedaba por leer es que el Valle de los Caídos fue construido "como simbólico enterramiento indistinto de víctimas de una guerra y para caídos de ambos bandos". Si tamaño disparate fuese verdad, como defiende don Juan A. Mayor de la Torre (EL PAÍS del 8 de mayo), propondría que el Estado exhumase los restos de los 30.000 fusilados por la dictadura franquista que permanecen en fosas comunes y los enterrasen en tan "reconciliador" monumento.
Además, recomiendo al señor Mayor de la Torre que diga a los nostálgicos de extrema derecha que cuando conmemoran allí la muerte del dictador también están homenajeando a los rojos enterrados en el lugar. O mejor, que diga a los minoritarios de extrema derecha que este año compartan la conmemoración en el Valle de los Caídos con los familiares de los republicanos fusilados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de mayo de 2005