La recuperación de los barrios de Ciutat Vella exige una actuación coordinada entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia, un esfuerzo inversor y de planificación participativa que permita avanzar en la revitalización del centro histórico y ofrecer "una imagen digna" a los visitantes con vistas a la celebración de la Copa del América de 2007. Así lo reclamaron ayer cinco asociaciones vecinales del casco histórico -Amics del Carme, El Palleter, de Xerea, Mercat y de afectados del plan de la muralla árabe-, que denunciaron que el número de solares ha pasado de 450 en 1991 a 647 el año pasado, según información que han recogido de estadísticas municipales -en parte están unidos en parcelas mayores-, y que ascienden a centenares los edificios aún por rehabilitar -sólo en El Carme contabilizan 123-. Además, Ciutat Vella pierde población.
Los vecinos expusieron sus reivindicaciones en la esquina de la calle del Pintor Fillol, parcialmente ocupada por andamios que estrechan el paso desde hace tres años, cuando un edificio de la Generalitat se derrumbó. "Es la metáfora del plan Riva, al que apenas le ha dado tiempo a apuntalar edificios que se caían", afirmó Toni Cassola, de Amics del Carme.
El convenio del plan Riva está pendiente de renovación desde diciembre de 2002 y es necesario, según las asociaciones, una "refundación" de ese acuerdo con "una nuevo reparto de responsabilidades e inversiones" entre Ayuntamiento y Generalitat. Los objetivos del plan Riva están lejos de cumplirse, aseguraron los vecinos, que exigen que se ejecuten las unidades de actuación aprobadas y se avance en la rehabilitación integral a partir del modelo participativo del plan de la muralla árabe, consensuado con los afectados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de mayo de 2005