Tres autobuses y dos vuelos chárters con 800 personas saldrán hoy desde Sevilla para animar al Betis. Una gota verde en el desierto. Enfrente se encontrarán con un San Mamés lleno. Pero la afición bética confía repetir la fiesta del pasado sábado, cuando el Betis derrotó al Sevilla. Una victoria que desató la euforia de los jugadores, que la celebraron dando vueltas al campo, lanzando balones y camisetas a una grada enloquecida en la que se desató una alegría igual a la de la celebración de un título.
Como frente al Sevilla, las estadísticas no son favorables: seis victorias vascas por una andaluza en las eliminatorias, aunque el Betis ganó en 1977 la final de la Copa ante el Athletic y su entrenador, Llorenç Serra Ferrer, sabe lo es que encarar una final, la que perdió hace ocho años contra el Barcelona.
El equipo vasco ganó su última final en 1984, al Barcelona, que tenía en sus filas a Maradona.
Aunque las estadísticas juegan en contra del Betis, su afición, el equipo directivo y el presidente, Manuel Ruiz de Lopera, confían en revivir en Bilbao la satisfacción de hace cinco días.
En Sevilla no hay ninguna actuación del club para reunir a sus seguidores en torno a la pantalla de televisión. Sin embargo, los futbolistas agradecen la exigencia y el ambiente del partido. "Alcanzar la final en San Mamés es lo máximo", dijo Doblas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de mayo de 2005