El Ayuntamiento de Barcelona, por boca de su portavoz, Ferran Mascarell, reconoció ayer que se había producido una "confusión" al no regular seis plazas de aparcamiento de Ciutat Vella. Se trata de cuatro plazas en la isleta que se forma en el cruce de la avenida del Parallel con la ronda de Sant Pau y de otras dos al otro lado del carril bici en el mismo cruce. Los coches que estacionados en ese punto están en venta, con letreros que precisan precio, modelo y algunas de sus características, además del teléfono de contacto (véase EL PAÍS del pasado 6 de mayo). Y esa isleta fue la única que se escapó a la regulación. En una primera respuesta a este periódico, el consistorio alegó que no se había regulado porque estaba prohibido el estacionamiento. Pero no hay ninguna señal. Ayer Mascarell precisó que las seis plazas en cuestión serán pintadas en breve, aunque falta decidir si de verde- para residentes exclusivamente, ya que es Ciutat Vella- o azul.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de mayo de 2005