El alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, del PP, frivolizó ayer con el fallo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) valenciano que prohíbe cualquier construcción en la ladera del monte Benacantil, incluido un palacio de congresos, proyecto que hasta unos meses impulsaba. Inicialmente, eludió comentar la resolución del TSJ escudándose en que no conocía la sentencia y, continuación, minimizó el fallo, "porque la renuncia a no construir es anterior". El alcalde terminó irónicamente su comentario: "Igual ponemos un quiosco de pipas".
Alperi desistió del proyecto de palacio en el Benacantil tras los reiterados reveses en el TSJ. Finalmente, el alto tribunal ha declarado ilegal el proyecto y ha anulado todas las resoluciones administrativas adoptadas en los últimos años ese sentido, tanto por el Consell como por el Ayuntamiento.
Ángel Franco, concejal del grupo municipal del PSPV en el Ayuntamiento de Alicante, censuró los comentarios del alcalde sobre el fallo judicial: " Esta contestación lo define, aunque el alcalde llevaría el quiosco de pipas a la ruina, igual que Mercalicante". Mientras, el portavoz del grupo socialista, Blas Bernal, responsabilizó a Alperi de las pérdidas económicas que ha acarreado a la ciudad su frustrado empeño de construir un palacio de congresos en la ladera del Benacantil. Bernal exigió "que se cuantifiquen las pérdidas económicas que ha registrado la ciudad por carecer de un palacio de congresos". El líder de la oposición imputó a Alperi y al ex presidente del Consell, Eduardo Zaplana, que no se haya ejecutado esa dotación: "La chulería de Alperi y de Zaplana, que se empeñaron en ubicarlo en el monte Benacantil es la única causa de que la ciudad carezca aún de un palacio de congresos".
La concejal de EU, Susana Sánchez, expresó la satisfacción de su grupo por la sentencia: "Se garantiza para el futuro la protección del conjunto histórico artístico del monte Benacantil", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de mayo de 2005