El dramaturgo Rodolf Sirera (Valencia, 1968) estrenó ayer en el Teatre Rialto Raccord, una obra que recorre los últimos 80 años a través de la memoria de nueve personajes. Ambientada en la playa de la Malva-rosa, el autor presenta una historia que avanza y retrocede utilizando como referencia tres años concretos: 1929; 1969 y 2009.
La obra es una producción del Teatre Nacional de Catlunya. Está dirigida por Carme Portaceli e interpretada por Francesca Piñón, Artur Trias, Mar Ulldemolins y Òscar Intente.
La primera fecha elegida por Sirera sirve como marco para la lucha por la igualdad de derechos de una mujer que quiere estudiar. Una época turbulenta de crisis económica que anuncia otras aún más turbulentas, marcadas por los totalitarismos, las guerras y la división. 1969 representa el principio de la resaca de la "revolución cultural de mayo de 1968". Los personajes conservan su idealismo pero ya son objeto de lo que el dramaturgo considera un progresivo oscurecimiento del ánimo.
2009 encarna el presente. Un tiempo del que Sirera ofrece una visión desesperanzada representada por "un individualismo y una incomunicación casi total". La evolución de la historia y de los personajes, reconoció ayer el dramaturgo, guarda relación con su constatación personal sobre el paso del tiempo.
Sirera trabajó durante dos años en la escritura y la preparación de Raccord, y la obra sigue una estructura poco convencional que Portaceli reconoce haber tomado como un reto. Estrenada en Barcelona en abril, permanecerá en cartel hasta el 22 de mayo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de mayo de 2005