Combatir la pobreza a través de experiencias probadas ya con éxito. Con ese objetivo representantes de nueve ciudades europeas y latinoamericanas presentaron ayer en Málaga el proyecto Urb-Al, que busca reducir la exclusión social desde el intercambio de ideas que hayan logrado reducir el principal problema de gran parte de la población hispanoamericana.
El alcalde de Navolato, ciudad mexicana de 150.000 habitantes con una bolsa de pobreza del 30%, ha acudido a Málaga para obtener soluciones que faciliten vivienda, agua y luz eléctrica a una enorme población que subsiste en chabolas. "Esperamos apreciar los primeros resultados en unos cinco años a partir de la renovación de infraestructuras", dice esperanzado.
En la evaluación de las mejores políticas sociales participan alcaldes de nueve poblaciones de países como Brasil, Perú y Chile. El proyecto está financiado por la Unión Europea con un presupuesto de 250.000 euros, y en él también intervienen ayuntamientos como Granada y el francés Sant Denis. Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, ciudad que coordina el proyecto, expuso su visión de las soluciones: "Para demostrar políticas eficaces primero hay que dividir bien el territorio y así lograr que el progreso afecte a todos".
Todos los ayuntamientos parten de una base común de cartografía digital que les permitirá avanzar en la planificación. Después de estos dos días de puesta en común en Málaga, los municipios trabajarán en red a través de Internet hasta que culmine el proyecto dentro de tres años. El programa Urb-Al fue creado en 1995 para favorecer el intercambio entre ciudades de la UE e Hispanoamérica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de mayo de 2005